La Provincia Argentino-Uruguaya eligió para trabajar, como lema del año 2015-2016, "Con Jesús, por la familia y por la paz". Desde hace años la Red de Colegios Jesuitas y la Provincia definen un lema que fije prioridades en la propuesta educativa y marque el horizonte en determinados temas a trabajar a lo largo del año.

Es así que partimos de la centralidad de Jesús en nuestro quehacer educativo -y en nuestras vidas- porque deseamos vivir en su compañía y a su estilo.

En 2015, y en sintonía con el Sínodo de la Familia, hicimos foco especialmente en el tema familia, como pidió Francisco, quien dijo:

"Protejan a sus familias. Vean en ella el mayor tesoro de su país, susténtenlas con la oración y los sacramentos. Sean ejemplo vivo de amor, perdón y atención. Sean santuarios de respeto a la vida, proclamando la sacralidad de la vida desde su concepción hasta su muerte natural ¡que don para la sociedad si cada familia cristiana viviera plenamente su noble vocación! Nuestro mundo necesita familias buenas, fuertes, santas, y unidas, que sean apoyo y ejemplo para otras familias. Toda amenaza para la familia es una amenaza para la propia sociedad”.

Recibimos entonces el llamado de la Iglesia a alentar a nuestras familias para que sean misioneras, busquen siempre a Jesús, promuevan vínculos auténticos entre padres e hijos y den testimonio de su fe en la sociedad.

En enero, en ocasión de la Jornada Mundial de la Paz 2016, y bajo la consigna “Vence la indiferencia y conquista la paz”, el Papa decía: "La paz es don de Dios, pero confiado a todos los hombres y a todas las mujeres, llamados a llevarlo a la práctica." Las guerras y el terrorismo se han vuelto especialmente virulentas y Su Santidad nos exhorta a "no perder la esperanza en la capacidad del hombre de superar el mal, con la gracia de Dios, y a no caer en la resignación y en la indiferencia". 

Y esa esperanza, nace y se fortalece desde los más chicos, en la educación de los jóvenes desde la alegría del Evangelio, en el seno de la familia y en trabajo conjunto con el colegio; tenemos que escucharlos, empatizar con lo que viven y sienten, rezar con ellos, enseñarles a rechazar toda expresión de odio y a crecer en la tolerancia y en el amor.

Entonces, familia y paz, llevados de la mano de Jesús.